15 Jan
15Jan


Imagina que siempre que alguien hace algo te dice: "debes ser tolerante", "te hace falta ser más tolerante con los demás", "apenas están aprendiendo", "están en su derecho", "debes respetar las opiniones"...

 Bueno, ahora imagina que se lo dicen a una sociedad en relación a una minoría, o varias (como raciales, lgbtttiq+, étnicas...), o no minorías, pero sí grupos sociales sistemáticamente diezmados por políticas sociales, culturales, religiosas (y de cualquier otra índole) retrógradas.

Obviamente no vas a terminar con esa minoría, no se vería muy tolerante que digamos, entonces, ¿Qué debemos hacer?

Pues sí, ser tolerante.

Y la paradoja de la tolerancia dicta así de acuerdo a Karl Popper:

     "Si una sociedad es ilimitadamente tolerante, su capacidad de ser                tolerante finalmente será reducida o destruida por los intolerantes"

 (Suena parecido al principio de incompetencia, ¿no?).

El problema es ese, la tolerancia no puede ser ilimitada, porque la ausencia de límites, conlleva a su destrucción. Al final la tolerancia debe de impedir ciertas cosas, por lo cual dejaría de ser tolerante.

Pongamos un ejemplo:

Si una sociedad es tolerante con una cultura intolerante a las muestras afectivas en público, ¿Qué debería hacer esta sociedad tolerante frente a esta intolerancia cultural? 

Otro ejemplo más claro:

¿Cómo se debe de comportar una sociedad tolerante frente a la intolerancia de un grupo social o de otra sociedad?


Por supuesto que esto no implica que se deban suprimir libertades individuales, o sociales al momento de expresar argumentos intolerantes frente a ciertos aspectos socio culturales, y el mismo Popper lo dice:

 “Mientras podamos contrarrestarlas (las medidas intolerantes) mediante argumentos racionales y mantenerlas en jaque ante la opinión pública, su prohibición sería poco prudente”


Esto es, que puedes tolerar cualquier principio filosófico, ético, moral, o lo que quieras, siempre y cuando puedas contrarrestar su intolerancia racionalmente, para poder llevar una sociedad a la cúspide.


Ahora, esto bien puede aplicarse a las personas también, puedes ser muy tolerante con alguien, pero debes de tener límites, y esos límites deben enmarcarse en la razón, no en la violencia. Si no te suena lógico el argumento de una persona para justificar su intolerancia, debate ese argumento lógicamente (próximamente estaré subiendo contenido relacionado a las falacias lógicas y sesgos cognitivos), nunca por medio de la violencia.

Recuerda que la violencia genera violencia. Sé mejor que la sociedad en la que vivía Tácito al esgrimir la siguiente frase:

“El hombre está más dispuesto a aceptar un perjuicio que un beneficio, porque la gratitud es una carga, y la venganza un placer”

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